Ejercicio y miradas beneficia masa ósea y lenguaje de niños: estudios

30.05.2012 12:15

La Academia Estadunidense de Pediatría (AAP) difundió esta semana dos estudios, uno aplicado a niños de 7 a 9 años sobre el ejercicio moderado para aumentar su masa ósea y otro acerca de las miradas en menores con trastornos del lenguaje.

De acuerdo con la primer investigación de la AAP, con sede en Chicago, un programa de ejercicio de intensidad moderada aplicado a niños de 7 a 9 años aumenta su masa ósea y estatura sin incrementar el riesgo de fractura.

El segundo reporte se refiere a que las miradas en menores con trastornos del lenguaje ayuda a detectar sus dificultades sociales.

Investigadores del área de osteoporosis, biología molecular, ortopedia y fisiología, destacan que a la fecha la mayoría de los estudios pediátricos prospectivos sobre la intervención del ejercicio cubren máximo un año y utilizan los rasgos óseos como puntos finales para explicar las fracturas.

En cambio, el estudio "Un programa de ejercicio de 4 años en los niños aumenta la masa ósea sin elevar el riesgo de fractura", encabezado por Bjarne Löfgren, de la Universidad Lund, de Suecia, comprobó el beneficio de la actividad física en el crecimiento óseo.

En esta investigación participaron 446 niños y 362 niñas de 7 a 9 años, en un grupo de intervención, así como 807 y 780 en un grupo de control.

Incluyó 40 minutos al día de educación física escolar durante cuatro años, para el grupo de intervención y de 60 minutos de ejercicios por semana en el caso de los niños de la muestra de control.

El programa tuvo un seguimiento del desarrollo del esqueleto y la incidencia de fracturas en cada año, el cual reportó una proporción en su tasa anual de 1.11 por ciento.

En una submuestra se dio seguimiento al contenido mineral óseo y el grosor del hueso por medio de una radiografía especial -de absorciometría de la energía dual- en 73 niños y 48 niñas del grupo central, así como 52 niños y 48 niñas en el de control.

Esta no mostró diferencias entre ambos grupos al inicio del estudio en cuanto a edad, antropometría o rasgos óseos.

Finalmente, el estudio confirmó como resultado del programa de ejercicios una ganancia media anual en el contenido mineral óseo de la columna lumbar superior de 7.0 por ciento en las niñas y de más de 3.3 en los varones, mientras que el ancho del cuello femoral fue mayor en 1.7 y 0.6 por ciento, respectivamente.

El segundo análisis, que también se difunde en la revista Pediatrics, se titula "Cómo los niños con discapacidad específica del lenguaje ven las situaciones sociales: Un estudio de seguimiento visual", a cargo de Mariko Hosozawa, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokio, Japón.

Los autores aseguran que aún no pueden aclarar la naturaleza y desarrollo de las dificultades sociales de niños con trastornos específicos del lenguaje (Specific Language Impairment, SLI), sin embargo, la mirada de sus ojos muestra comportamientos que pueden abordarse.

Los investigadores estudiaron el comportamiento de las miradas en 66 niños, de ellos 16 tenían discapacidades de lenguaje, 25 autismo y 25 un desarrollo normal.

El análisis se realizó mientras veían videos de interacciones sociales, con el fin de explorar la percepción social de los niños con SLI.

Los resultados mostraron que los niños con SLI y los de control veían las caras de una manera consistente con la línea de la historia, pero los niños con autismo dedicaban menos atención a las caras y las interacciones sociales.

Durante las escenas del habla, los niños con SLI fueron significativamente más obsesionados con la boca, mientras que los menores de los otros dos grupos veían tanto los ojos como la boca.

Los niños con SLI vieron situaciones sociales en formas similares a las de los niños de control, pero diferentes a las de los niños con autismo. Sin embargo, se concentraron en la boca del hablante, probablemente para compensar sus déficits de procesamiento de audiovisuales.

Los investigadores aseguran que debido a que los ojos tienen información importante, esta diferencia que se encuentra en el seguimiento de las miradas puede influir en el desarrollo social de los niños con discapacidades específicas del lenguaje.